lunes, 31 de marzo de 2014

Más miedos que la primera vez

Estos días estoy observando a las mujeres que están conmigo en la sala de espera. Somos muchas. Considero que aproximadamente habrá unas 30 cada día. Yo nunca he compartido mis sensaciones con quienes están esperando. Siempre he sido muy tímida a la hora de mostrar mis sentimientos, para eso tengo este blog. Aquí es diferente. Quien me leen es porque quieren y necesitan hacerlo. Yo con mi primer in vitro también busque en muchos foros y leí muchos blogs. Aunque era un poco deprimente y decidí dejar de hacerlo. Digo que era deprimente porque había muchas personas a las que las cosas no les salían bien. Muchas decepciones, manchados, llantos y vueltas a empezar. Yo no quería impregnarme de eso, y creo que a ninguna nos beneficia y por eso escribí este blog. Intenté dar unas pautas científicas y también un poco de lo que yo siento.
    Ayer en la sala de espera había una chica nueva que conversaba con otra. Le hacía miles de preguntas, donde hay que sellar los medicamentos, como tomarlos, que se siente. Un montón de preguntas que una y otra le iba contestando. Entonces me di cuenta de lo vulnerables que nos sentimos en los primeros momentos. Los primeros días son terribles porque nadie nos explica que debemos hacer y como hacerlo. Más plantee que iba a hacer una entrada específica para novatas. Un enlace donde diga que comprar, como comprarlo, cuanto. U esta, como ponerlo, y hasta cómo puedes sentirte.
    Recuerdo mi primer ciclo. Yo no lo viví con angustia ni nada, pero si con mucha incertidumbre, sin embargo en esta ocasión me me esta haciendo muy duro. Ya tengo un bebe. Las primeras etapas fueron muy sencillas pero ahora todo son comparaciones. En las eco grafías estoy pendiente del número de ovócitos, y si son menos que la vez pasada ya me deprimo. Tengo miedo a que no vaya bien. Miedo a estar en la sala de espera tras la extracción de los mismos y que me digan que no hay ninguno fecundado. Eso ni me lo planteaba la primera vez, sin embargo se que puede suceder. La vez pasada la enfermera me dijo. Si, venid, hay 3 fecundados. Fue sólo en ese momento cuando me di cuenta de que podía no haber sido así, y en esta ocasión no dejo de pensar que quizás ni siquiera me puedan hacer la transferencia.
    Tengo miedo, mucho miedo, pero sobre todo me aterra el miedo que sentía tras hacerme la transferencia. Tengo miedo a sentir miedo, a estar pendiente día y noche de los síntomas, a acudir cada hora al baño para certificar que la ropa interior sigue limpia, sin manchas de sangre, sin síntomas de que todo el esfuerzo se ha ido al garete. Tengo muchos miedos.

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